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EL PODER DE UNA ESPOSA QUE ORA

Autora Stormie Omartian

Reseña del Libro

 

Parte 1

El Poder

                El oración no es un medio para que una esposa adquiera poder o autoridad sobre su esposo; sino es poner a un lado toda demanda de poder y depender del poder de Dios para transformarla, su esposo, sus circunstancias y su matrimonio. “Es una herramienta apacible de la restauración apropiada por medio de las oraciones de una esposa que anhela hacer lo correcto más que estar en lo correcto, y dar vida más que desquitarse. Es una manera de invitar al poder de Dios en la vida de su esposo para su más grande bendición, que en última instancia es suya también” (p.130).

No es difícil para una mujer orar por sus hijos, porque ella tiene autoridad sobre ellos; sin embargo, es diferente en el orar por su esposo.  Ella no tiene ninguna autoridad sobre su esposo; además, ella puede experimentar amargura, resentimiento o ira hacia él por sus palabras, acciones, o negligencia. No obstante, por medio de la oración ella puede tomar del gran poder de Dios para dañar los planes del enemigo, cuyo plan es dañar y destruir matrimonios. En cuanto una esposa pone su vida ante de Dios en oración, muere a un deseo que ella incluso pueda tener de huir de una matrimonio en problemas, y le da sus necesidades a El, El puede revivir, bendecir y salvar su matrimonio.

Cuando un hombre y una mujer se unen en matrimonio, se convierten uno (Mat. 19:5).

Juntos tienen un poder y unidad que al enemigo no le gusta; él intenta destruir y debilitarlo por medio de la autoestima baja, falta de comunicación, orgullo, la necesidad de estar en lo correcto, deseos egoístas, y sus mentiras.  Una de sus mentiras es que no hay ninguna esperanza para el matrimonio, que la felicidad vendrá por medio de estar casado con otra persona, etc. El ser miserable en un matrimonio produce pensamientos que cualquier cosa sería mejor que la presente experiencia, pero estos pensamientos surgen por no ver el matrimonio como Dios lo ve, la manera que Dios quiere que se convierta. La oración ablanda el corazón hacia Dios y da una visión para un matrimonio que viene de El.

No es la voluntad de Dios que un matrimonio muera y se desintegre, que haya una cuña entre una esposa y su esposo. “La voluntad de Dios es romper todas estas barreras y levantarlo de ese hoyo. Él puede sanar las heridas y poner de nuevo amor en su corazón.  Nada ni nadie puede hacerlo” (p. 20). En cuanto una esposa espera pacientemente en Dios por medio de la oración, El puede hacer su esposo en una nueva creación en Cristo.

            Orar por su esposo es un acto de amor, no egoísta, sacrificial por parte de la esposa que no depende de que él también ore por ella. Su felicidad vendrá por medio de su propia relación personal con el Señor.  Ella puede tener compañeras de oración entre otras mujeres confiables y santas, con el propósito de pedirle a Dios que cambie su corazón, para demostrar que es necesario para ser una buena esposa, para verter su corazón y alma a El, y orar para que Dios bendiga a su esposo. Sobre todo, ella debe tener paciencia y perseverancia para esperar en Dios para realizar cambios en Su tiempo y en Su manera.

 

Parte 2

Su Esposa

            En cuanto una esposa ora, ella descubrirá que ella es la que necesita cambiar, y es cambiada, en lugar de su esposo. Conforme al Salmo 66:18, nuestro propio corazón tiene que estar bien antes de venir en oración delante de Dios. Los pecados de no perdonar, ira, odio, falta de amor y venganza pueden estar presentes y necesitan ser confesados. “Uno de los regalos más grandes que usted puede dar a su esposo es su propia plenitud. La herramienta más eficaz en transformarlo puede ser su propia transformación” (pagina del libro.27). El proceso de morir a uno mismo puede ser doloroso.  Por medio de la oración, una persona entra en la presencia de Dios, Dios llena esa persona con Su Espíritu de amor, y un cambio milagroso sucede en su propio corazón.

En cuanto una esposa ora por su esposo el amor de Dios por él crecerá en su propio corazón.  Ella se convertirá no egoísta en sus motivos y amorosa en sus respuestas; será más fácil llegar a los acuerdos.  “El punto en todo esto es que como esposo y esposa no queremos tomar caminos separados. Queremos estar en la misma senda juntos. Queremos ser compañeros profundamente compatibles, de por vida, y tener el amor que dura toda una vida. La oración, como el lenguaje supremo del amor, puede hacer que eso suceda” (pagina del libro. 30).  Por medio de la oración ella tiene el poder y la autoridad de Dios en la vida de su esposo. Los treinta capítulos del Poder de una Esposa en Oración proporcionan una guía provechosa que consiste de treinta áreas importantes de enfoque en la oración para la esposa que invoca el nombre de Dios en oración por su esposo diariamente por un mes.

            El molestar y criticar no funcionan (Prov. 21:19); la oración es la única cosa que siempre funciona. En lugar de tener la meta que su esposo cambie a lo que ella quisiera que él fuera o piensa él debería ser, ella lo debe dejar a Dios de modo que El pueda hacer lo que Él quiere hacer en la vida de su esposo. Salmo 62:5 dice, “Alma mía, en Dios solamente reposa, porque de él es mi esperanza.” Una esposa debe dejar sus propias expectativas de perfección para su esposo:

expectativas que a menudo la molestan cuando él no vive de acuerdo a ellas, y le permiten que la expectativa más grande sea de Dios y no de su esposo.  Es también a menudo mejor escuchar que hablar y ofrecer consejo.  “No son las palabras que hablamos que hacen la diferencia; es el poder de Dios que las acompañan.  Le sorprenderá cuánto poder tienen sus palabras cuando usted ora antes de que las hable.  Le sorprenderá aún más lo que puede suceder cuando usted se calla cierra y permite que Dios obre” (página del libro. 36).  No importa si su esposo es creyente o no, ella puede orar por él, recordando las palabras de 1 Pedro 3:1, 2: “sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas.”

            La esposa en oración debe pedir a Dios que le demuestre cómo alcanzar la meta de que su casa sea un lugar de refugio, un santuario pacífico para su familia, un lugar para la creatividad y la comunicación. Ella debe permitir que su esposo sea la cabeza del hogar de modo que ella pueda ser el corazón. Efesios 5:33 enseña que el esposo debe amar a su esposa y que la esposa debe respetar a su esposo.  Es verdad que la pérdida de respecto parece preceder la pérdida de amor.  Es muy dañino para un hombre no sentir el respecto de su esposa y puede traer la derrota a un matrimonio.  Cuando una esposa ora por sí misma, ella debe pedir a Dios que la haga, en Su poder, como el ejemplo de la mujer virtuosa de Proverbios 31. Al recordar que “le da ella bien y no mal todos los días de su vida” (Prov. 31:12), ella debe también recordar que la mejor cosa que puede hacer por él es orar por él.

 

Parte 3

Su Trabajo

            Un esposo necesita oración para encontrar un equilibrio entre la holgazanería y el exceso de trabajo.  La identidad y el valor de un hombre a menudo están en su trabajo y él teme el fracaso.  Su temor puede producir holgazanería, o puede producir el extremo de trabajar demasiado en un esfuerzo de demostrar su capacidad y recibir el elogio y la aceptación que él necesita. Un hombre necesita tener un sentido de propósito en su trabajo, ver un futuro para sí mismo. Una esposa puede orar que el trabajo de su esposo tenga éxito, y prosperidad así como una gran satisfacción. Ella puede orar para que su trabajo sea seguro y acertado, y para que sea recompensando financieramente.  Ella puede orar para que él vea que seguir a Dios es el camino para el verdadero significado en la vida.

“Usted puede orar para que sus ojos sean abiertos para lo que Dios quiere que él haga, y dónde Dios está guiando. Sus oraciones le pueden ayudar a sentirse apreciado y animado para reconocer que él tiene valor sin importar lo que él hace. Usted le puede asegurar que Dios lo ha dotado especialmente con capacidad y talento y tiene algo bueno para él. Entonces ore para que Dios se lo revele y abra una puerta de oportunidad que ningún hombre pueda cerrar” (p. 52).

Los siguientes versos son buenos para usar cuando ore por el trabajo de un esposo: Proverbios

22:29; Proverbios 23:4, 5; Mateo 16:26; Eclesiastés 10:18; Salmo 90:17.

Sus Finanzas

            “Nada aplica más presión en un matrimonio que irresponsabilidad financiera, falta de dinero, y deuda enorme.  Solamente cuando reconocemos que todo lo que tenemos viene de Dios y buscamos hacerle Señor sobre ello podremos evitar las trampas que el dinero, o la falta de ello, trae” (p. 55).  La esposa puede orar que su esposo se sienta recompensado por su trabajo, y al mismo tiempo aprenda y practique los principios financieros establecidos en la Palabra de Dios. Ella puede orar que su él esté dispuesto dar a Dios lo que Dios le ha dado a él y que él encuentre su tesoro en Dios en lugar que en sus finanzas. Ella también puede orar por sabiduría en su propio uso del dinero que Dios les ha dado. Lucas 12:29-31, Eclesiastés 5:19, Proverbios 28:7, Salmo 37:25 y Filipenses 4:19 son versos para orar en cuanto a finanzas.

Su Sexualidad

            “Cosas malas surgen cuando la parte sexual de un matrimonio es descuida. . . No comprometa o pierda lo que Dios tiene para su matrimonio al descuidar orar por esta área vital de su vida” (p. 65).  1 Tesalonicenses 4:3-5, 1 Corintios 6:18-20, 1 Corintios 6:13, y Proverbios 5:15-18 son versos a utilizar al orar por la sexualidad de un esposo. La sexualidad es una parte importante de la vida de un hombre y debe ser una alta prioridad de lo que es importante en un matrimonio para una esposa. Para la esposa, el sexo surge del afecto para un esposo, mientras que para el hombre es meramente una necesidad física. Una esposa debe suplir las necesidades de su esposo y tener comunicación abierta con él al respecto. Ella debe ayudarle a sentirse satisfecho y no insignificante; ella no debe abstenerse del sexo como forma de castigo. 1 Corintios 7:4-5 enseña que el sexo marital es parte del plan de Dios y se debe llevar a cabo regularmente (a menos que se suspende temporalmente para ayunar y orar por semanas a la vez o debido a una enfermedad física). Es para completarse el uno al otro dentro del matrimonio. El no darle su lugar apropiado es abrir la puerta a la tentación.  La esposa que ora debe entender el aspecto sexual del matrimonio y de la sexualidad de su esposo y cubrirlo en oración.  Ella debe orar por la pureza en su matrimonio, por la buena comunicación, por la capacidad de comprender a su esposo y suplir sus necesidades, y para que ella misma tenga como alta prioridad el seguir siendo atractiva y deseable.

 

Parte 4

Su Afecto

            1 Corintios 7:3 dice, “El esposo cumpla con la mujer el deber conyugal, y asimismo la mujer con el esposo.” Mientras que una de las necesidades más grandes de una mujer es la necesidad del afecto, un hombre a menudo no ve su importancia, pues él tiende a pensar que el sexo y el afecto son lo mismo. Un matrimonio que carece de afecto está necesitado de la transformación del Espíritu Santo al El ayudar a la pareja para demostrarles cuánto se aman y se cuidan.  Es también importante que modelen a sus hijos la manera apropiada de relacionarse con el cónyuge de modo que no tengan una perspectiva negativa del matrimonio.  La esposa que ora puede pedir a Dios que transforme este aspecto de su matrimonio y que cambie sus hábitos de indiferencia o de estar sobreocupado que los hace ignorarse y no tratarse con afecto.

 

Sus Tentaciones

            La tentación puede tomar muchas formas: alcohol y drogas, una lujuria por el dinero y el poder, adicción a la comida, pornografía, e inmoralidad sexual para nombrar algunos. La oración puede ayudar a fortalecer la resolución para decidir correctamente cuando el enemigo viene a tentar en áreas de debilidad y de vulnerabilidad. La esposa que ora debe pedir que Dios fortalezca a su esposo para resistir la tentación, para dominar su propio espíritu (Prov. 25:28), y para odiar la maldad y desear lo bueno y correcto (Rom. 12:9).  Ore para que él camine en el

Espíritu (Gal. 5:19-25).

Su Mente

            2 Corintios 10:3-5 se enfoca en la importancia de “llevar cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo.” En Marcos 12:30 Jesús dice, “Y amaras al SEÑOR tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente, y con todas tus fuerzas.” Un hombre cae fácilmente preso a los pensamientos negativos tales como sentirse sin esperanzas, un fracaso, o pensamientos y mentiras abrumadoras del enemigo que desalentarían y obstaculizarían la obra de

Dios que quisiera hacer por medio de su vida.  Él también puede ser tentado para abrigar pensamientos pecaminosos que podrían conducir a la desobediencia voluntariosa de la Palabra de Dios. La esposa que ora debe interceder por su esposo para que sea espiritualmente fuerte contra cualquier pensamiento negativo y pecaminoso que le causaría pecar o ser ineficaz en su vida y su testimonio. Ella debe orar que Filipenses 4:8 fuera su guía: “Todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.”

 

Parte 5

Sus Temores

            En ocasiones un hombre puede ser atormentado por el temor del “que tal si,” paralizándose y haciéndole ineficaz. Él puede temer al fracaso como padre, como esposo, como el líder y el proveedor para su hogar. Su esposa debe orar que el único temor que él tenga sea el temor del Señor mismo. Ella debe orar que él demande la promesa que, “Dios no nos ha dado un espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio” (2 Tim. 1:7). Ore por él para que sepa y confíe en las promesas de la Palabra de Dios.

 

Parte 5

Su Propósito

            El propósito y el diseño de Dios para cada persona es que le glorifiquen y hagan Su voluntad. La manera que se realiza este propósito es distinta para cada individuo.  Una esposa debe orar para que su esposo cumpla con el propósito que Dios tiene para su vida, que sea moldeado y conformado según ese plan, y para que se someta a la dirección de Dios al vivir ese plan para su vida.  Cuando su esposo encuentra satisfacción en hacer y ser lo que Dios lo creó para hacer y ser, ella también encontrará satisfacción.  Él tendrá confianza, estará seguro y tendrá un sentido de dirección interna. Cualquiera que sea el llamado de Dios en su vida, la esposa debe ser de apoyo en la oración por él y animándolo y ayudándolo de cualquier manera posible, encuadrando su propio llamado dentro del de su esposo y complementando.

Sus Decisiones

            “Nuestras vidas son tan afectadas por las decisiones que nuestros esposos toman. Somos sabios si oramos para que tomen buenas decisiones” (p. 101). Una esposa debe orar para que su esposo tenga una sabiduría que se fundamenta en el temor del Señor (Prov. 9:10) y para que busque consejo piadoso (Sal. 1:1). Ella debe orar que su esposo no sea lo que la Biblia describe como tonto, que es lo contrario a un hombre sabio; ore que no sea él uno que “confía en su propio corazón” (Prov. 28:26), que menosprecia la sabiduría (Prov. 23:9), que habla en lugar de escuchar (Prov. 18:2), que es contencioso (Prov. 20:3), o que es insolente y confiado (Prov.

14:16). Ore para que él no siga la sabiduría insensata del mundo (1 Cor. 3:19).

Su Salud

            La esposa debe orar que su esposo entienda que su cuerpo es el templo del Espíritu Santo (1 Cor. 3:16) y cuide de él por medio del descanso, dieta, y ejercicio apropiado. “La salud de su esposo no es algo que se toma por asentado, no importa cual sea su edad o condición. Ore para que él aprenda a tomar el cuidado apropiado de sí mismo, y si él se enferma, ore para que él sea sanado” (p 104). Al orar ella por su salud, ella necesita entender y aceptar el hecho de que el desenlace final en su vida es determinado por Dios.

 

Parte 6

Su Protección

            Al orar ella por su esposo, una esposa debe orar por protección contra cualquier daño. La oración debe ser frecuente y continuamente puesto que los accidentes son repentinos e inesperados. Aunque algo suceda, será confortante para ella saber que ha orado por la presencia y el poder de Dios en medio de ello. La totalidad del Salmo 91 es bueno utilizar en la oración por la protección de Dios.

Sus Pruebas

            Las pruebas llegan a la vida de cada persona. La oración de la esposa por su esposo debe ser para que él pueda hacer frente a las pruebas con la actitud y la respuesta apropiada, y no tener que cosechar la pena de una respuesta negativa.  Ella debe orar que él confíe en los propósitos, el amor, y el cuidado de Dios en medio de la prueba (Rom. 8:28), que él crecerá a través de la prueba (Rom. 8:18; 1 Ped. 1:6-7), y que él encontrará su fuerza en Cristo (Filipenses 4:13). “Es la determinación de su esposo permanecer fuerte en la fe y esperar en Dios para contestar sus oraciones que lo salvarán del calor y lo mantendrán a flote” (p. 114).

Su Integridad

            “La integridad no es lo que usted parece ser cuando todos los ojos están en usted. Es quién usted es cuando nadie lo está mirando. . . Es un estándar elevado de honradez, veracidad, decencia, y honor que nunca es quebrantado. . . Un hombre de integridad dice algo y lo cumple... Su meta es agradar a Dios y hacer lo correcto” (p. 117).  Las oraciones de una esposa por la integridad de su esposo le ayudarán a tener la fuerza para hacer lo correcta sin titubear, aun cuando nadie está mirando.

 

Parte 7

Su Reputación

             Proverbios 31:23 dice que los esposos de la esposa virtuosa serán “conocidos en las puertas, cuando se sienta con los ancianos de la tierra.” Proverbios 22:1 dice que “de más estima es el buen nombre que las muchas riquezas,” y Eclesiastés 7:1 dice que “mejor es la buena fama que el buen ungüento.” La reputación de un esposo puede ser protegida cuando su esposa ora por él. La oración es su única defensa contra la ruina de su reputación por algo que él hace, por la gente con quien se asocia, o por palabras calumniadoras habladas acerca de él.

Sus Prioridades

               Para que la esposa pueda orar para que las prioridades de su esposo estén en orden, primero Dios y después ella como sus prioridades principales, ella debe estar segura que sus propias prioridades estén en orden. Ella debe tomar el tiempo para demostrarle que él tiene la prioridad principal en su vida, que indica que él tiene la posición principal en su corazón. Al amarlo más, él amará más a ella.  “Ore para que su esposo ponga siempre primero a Dios, a usted en segundo lugar, y a los hijos tercero. Entonces, no importa que otra cosa esté pasando en su vida, sus prioridades estarán en orden y habrá mayor paz y felicidad para ambos” (p. 129).

Sus Relaciones

            Un buen matrimonio necesita la influencia positiva de las buenas relaciones que edifican, animan, e iluminan. No sólo puede la esposa orar para que Dios provee y preserve relaciones con parejas piadosas que aman al Señor, sino también para que su esposo tenga amigos varones piadosos. Ella debe orar por todas sus relaciones, ya sean familiares, amigos, compañeros de trabajo, o jefes.

 

Parte 8

Su Paternidad

            La oración puede ayudar a un hombre a desarrollar una buena perspectiva en lo que significa ser un buen padre. Su esposa debe orar que él dependa del Espíritu Santo para guiarlo, que él conozca a su propio Padre Celestial más íntimamente, y para que él pase tiempo con Dios y en Su Palabra. Al ser transformado a la semejanza de Cristo es cuando él tendrá la mejor influencia sobre sus hijos.  Ella debe orar que él entienda su influencia en las vidas de los hijos y cómo él las va formando es aún más importante que su provisión material para ellos.

Su Pasado

            Si un esposo tiene cosas de su pasado que lo obstaculizan para desarrollar todo su potencial en el presente, su esposa debe orar para que él realice que Dios es el redentor y el restaurador y que él puede superar sus pesares o amargura sobre el pasado. Ella debe orar que él olvide “esas cosas que quedaron atrás” y se extienda “a lo que está delante,” y “prosiga a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús” (Filipenses 3:13-14).

Su Actitud

            Un esposo que se permite tener una actitud constantemente negativa o es una persona enojada, no perdonadora y negativa, puede tener un efecto muy negativo para el matrimonio y para cada área de la vida. Su esposa debe orar para que él tenga un cambio de corazón y de actitud. Ella debe orar para que él tenga un espíritu de gozo y un corazón de alabanza y de agradecimiento.

 

Parte 9

Su Matrimonio

                 La esposa debe orar por todos los aspectos del matrimonio, y específicamente que el concepto del divorcio nunca entre en el matrimonio. Ore para que expectativas irreales sean expuestas, que se resuelvan áreas de diferencia e incompatibilidad, y que un espíritu de unidad y compromiso y un lazo de intimidad prevalezcan. “No descuide su matrimonio, no importa que tan bien esté. . . Ore para que su matrimonio sea protegido contra cualquier persona o situación que podrían destruirlo” (p. 155).

Sus Emociones

            Una esposa puede descubrir que su esposo es controlado por la ira, depresión, celos, ansiedad, u otras emociones negativas.  Ella debe orar para que él pueda superar estas emociones en lugar de ser dominado y manipulado por ellas.  Al mismo tiempo, ella debe orar por sabiduría para saber que puede hacer y decir ella para ayudarle a superar estas emociones destructivas.

Su Caminar

            El deseo de Dios es que un hombre camine con fe en Su Palabra, en obediencia a Sus mandamientos, y con arrepentimiento por cualquier acción tomada fuera de la voluntad de Dios para su vida. El enfoque de la oración de una esposa debe ser para que su esposo camine en rectitud moral; que él camine sin faltas; que él camine con consejeros piadosos; que su caminar sea en obediencia, con integridad, y con gente de sabiduría; que él camine en una senda de santidad. “Dios desea que cada paso de tu esposo sea guiado por El (Gal. 5:25), para que El pueda caminar con él y conformarlo a Su imagen” (p. 165).

 

Parte 10

Su Hablar

Una esposa debe escuchar la manera que su esposo habla. ¿Está siempre quejándose? ¿Él habla negativamente, charla como un tonto, o habla palabras que traen destrucción o muerte al oyente?  ¿El es rápido para hablar sin pensar en el contenido o las consecuencias de sus palabras? “Ore para que el Espíritu Santo redarguya su corazón, lo llene de su amor, paz, y gozo, y le enseñe una nueva manera de hablar” (p. 171).

Su Arrepentimiento

               Muchos hombres han caído debido a su orgullo o por rehusarse a confesar y arrepentirse de su maldad. Hay tres maneras que Dios provee para un cambio de comportamiento: (1) confesión, o admitir el mal hecho; (2) arrepentimiento, o estar apesadumbrado por la maldad cometida; y (3) pidiendo perdón, o siendo limpiado y liberado de la maldad cometida. La esposa que tiene un esposo con pecado no confesado debe orar para que él proceda al verdadero arrepentimiento.

Su Liberación

            Hay hábitos y circunstancias que pueden atar y controlan a una persona. En medio de las circunstancias que parecen no ofrecer ninguna salida, Dios viene a liberar. A veces un esposo tiene dificultad en admitir su necesidad de ayuda, y aquí es cuando las oraciones de una esposa pueden ser poderosas. Dios nos ha mandado a que “estemos firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres” (Gal. 5:1) y nos ha dado la armadura de Dios para soportar los ataques del maligno. La esposa que ora puede orar para que su esposo se vista de toda la armadura de Dios.

 

Parte 11

Su Obediencia

              A veces una esposa puede ver a su esposo caminar por el sendero de la desobediencia a Dios. La mejor cosa que ella puede hacer en ese momento es orar por él.  Si en oración Dios le indica hablar, ella estará mejor preparada para hablar porque ella oró primero. Ella debe animarle a hacer lo correcto y orar que él hará lo correcto, pero deje que Dios le hable a él y obre en su corazón y su vida.

Su Auto-Imagen

            Una esposa debe interceder por un esposo con una baja auto-imagen. Ore para que él esté libre para oír la voz de Dios en lugar de las mentiras del enemigo acerca de su valor. Ore para que él tenga su identidad bien arraigada en el Señor. “Cuando nuestra auto-imagen está en Dios de tal manera que nos perdemos en el proceso, somos libres. Queremos esa libertad para nuestros esposos, así como para nosotras mismas” (p. 191).

Su Fe

            Es posible que una esposa vea que su esposo tiene momentos de duda, no tanto en la existencia de Dios sino en Su deseo de tener algún impacto inmediato en su vida. La verdad es que él necesita realizar que la vida no esté fuera de control y que él puede tener fe y confiar en Dios. Ella debe orar para que él tenga una fe cada vez mayor que pueda traer paz en medio de cualquier circunstancia en su vida.

Su Futuro

              Cada persona tiene la necesidad de una visión para el futuro. Cuando un hombre no tiene la certeza de una visión, parece exprimirles su vida misma. Esto podría llevarlo a la desesperación, sintiendo que no hay esperanza para el futuro. Estos sentimientos no vienen de Dios, que conoce el futuro que El tiene para él (Jer. 29:11). Una esposa puede orar para que la visión de su esposo sea restaurada, para que él sea asegurado de un futuro prometedor, que él utilizará las verdades de la Palabra de Dios contra cualquier mentira de desaliento. “Dios no quiere que conozcamos el futuro; Él quiere que le conozcamos a Él. Él quiere que confiemos en El para guiarnos paso por paso en el futuro. . . El Señor es el dador de la visión; ore para que su esposo le busque para descubrirla. Con Dios, su futuro es seguro” (p. 201).

 

 

Reseñ del Libro

Por Harriet Bouchillon

20 de Febrero, 2008

 

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